El canto de la revolución: “The Hunger Games: Mockingjay Part 1”

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Jennifer Lawrence como Katniss Everdeen es la imagen de la revolución

Jennifer Lawrence comprometió su carrera con un proyecto que aumenta las apuestas con cada entrega. Un movimiento clave en la saga, al igual que en su carrera. Después del estreno de la primera “The Hunger Games” (2012), apenas se veía la punta del iceberg de su talento. Sólo dos años después cuenta con una fama que se hermana con sus papeles, especialmente con Katniss Everdeen. 

En “Mockingjay Part 1”, después de destruir el domo en que se celebraba la edición 75 de los juegos, Katniss fue rescatada por tres personajes clave para la tercera entrega: Plutarch Heavensbee (Phillup Seymour Hoffman), Haymitch (Woody Harrelson) y Gale (Liam Hemsworth). La desaparición de Peeta (Josh Hutcherson) y la destrucción de su distrito, el 12 la dejan emocionalmente acabada. Pero hay algo más grande que ella en movimiento: la revolución por detener el gobierno que impone el Capitolio de una vez por todas.

El Distrito 13, el más lejano, fue arrasado años atrás como forma de mostrar a los demás lo que le sucedía a los que se oponen. Los sobrevivientes, acorazados en un búnker subterráneo, esperaban la oportunidad para la siguiente revuelta. Cuando Katniss logra salvarse a sí misma y a Peeta en los primeros juegos, la chispa se avivó. Ahora el deber de la elegida, apodada el Sinsajo o “Mockingjay”, es ganar la confianza de los distritos para rebasar y derrocar al gobierno comunista que los obliga a vivir un circo romano mediático año con año.

“La acción se enfrasca en escenas vitales y bien orquestadas en que se aprecia el desgarre emocional de Lawrence”

La dinámica de la película cambia drásticamente en comparación a sus anteriores. No hay juegos del hambre, pero una dinámica de tensión, un ajedrez de poder e intimidación se establece entre los bandos que nos mantiene al filo del asiento. La pesadez que las primeras dos partes no mostraban se explota en dos horas y media. Logramos sentir la despiadada impunidad del Presidente Snow (Donald Sutherland), el conflicto romántico de Katniss, Peeta y Gale llega a una conclusión, conocemos a los aliados del Sinsajo, entre ellos la Presidenta del Distrito 13, Alma Coin (Julianne Moore) que deben utilizar los mismos medios de dominación que el Capitolio para lograr la revolución.

La acción se enfrasca en escenas vitales y bien orquestadas en que se aprecia el desgarre emocional de Lawrence, en ocasiones excesivo. Se entiende el porqué de los juegos, la necesidad de un líder, la estrategia detrás de las apariencias. En especial, mi aspecto favorito, el poder de los medios masivos para lograr cambios. Katniss debe mostrarse fuerte, responder públicamente, ser una figura de poder construida de manera moderna. Un giro cerebral a la carnicería superficial a la que muy entretenidos nos tenían acostumbrados.

Mockingjay 2

El triángulo amoroso entre Katniss, Peeta y Gale tomará un nuevo rumbo

Sin conocer la adaptación del libro, los fanáticos parecían escépticos a dividir la última entrega en dos partes, pero lo ven resuelto con claridad. Se ponen todas las piezas en orden, se establece bien quién es el enemigo, cuál es el plan, quiénes están en peligro y cuál es el riesgo al que se arriesgan. Bajando a los tonos oscuros, incluyendo el tinte de Jennifer Lawrence, se siente la oscuridad, el complot y la ira. La próxima vez que veamos a Lawrence en el traje de Sinsajo será como una heroína definitiva en la saga más exitosa de la década (aún nos falta ver el final de las de Marvel y Disney Star Wars *gulp).